Comentario
En los primeros años después de la guerra los artistas que más influyen en Inglaterra son dos escultores: Henry Moore (1898-1986) y Barbara Hepworth (1903-1975); los dos trabajan en formas suaves, redondeadas de volúmenes sensuales, plenos y lisos. Son los años en los que la vanguardia se entroniza y ambos reciben grandes encargos públicos.El realismo tenía una larga tradición en Inglaterra, que ahora se manifiesta de nuevo. Los Pintores del fregadero (The Kitchen Sink School), son un grupo de artistas británicos que trabajan en la posguerra, en torno a John Bratby (1928) como figura central y en el que estaban Derrick Greaves (1927), Edward Middleditch (1923) y Jack Smith (1928). Coinciden en algunos temas con la pintura de Antonio López y los realistas madrileños y están inspirados por la pintura del italiano Guttuso. El nombre se lo dio el crítico David Sylvester, en un artículo de prensa, y el soporte ideológico lo aportó otro crítico, el izquierdista John Berger, que organizó varias exposiciones, como Looking forward (Mirando hacia delante) en 1952 en la Whitechapel Art Gallery. La consagración les llegó en 1956, cuando representaron a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia; pero hacia 1960 casi nadie se acordaba de ellos.Los temas de sus cuadros eran cotidianos y formaban parte de un interés general en la novela y el cine que se da en Inglaterra por estos años (en Europa, mejor) por la vida diaria del pueblo. Su cocina era aquella en la que "gente normal guisa comida normal y vive sus vidas normales sin dudas"; un inventario de comidas, bebidas, cacharros de cocina y otras intimidades como los pañales de los niños puestos a secar. Es decir, un repertorio de temas que vamos a encontrar muy pronto en el arte pop, hecho por artistas formados también, como aquellos, en el Royal College of Art, uno de los semilleros del pop inglés. Sin embargo, las coincidencias terminan ahí. A los pintores del fregadero les sobraba la carga ideológica para dar el paso. La poca incidencia de los pintores del fregadero se suele atribuir al aislamiento geográfico e ideológico de Inglaterra y, sobre todo, a la incapacidad por parte de estos realistas de poner de acuerdo temas y medios plásticos. Lo mismo que les pasó a los franceses y a españoles como los de Estampa Popular.Pero el pintor más importante que sale de Inglaterra en estos años es, en cierto modo, una excepción: Francis Bacon.